Like us on Facebook Dí que El Latino te gusta en Facebook
Follow us on Twitter Síguenos en Twitter
Follow us on Twitter Publica tu Clasificado


Menú
Portada
Contáctenos
Búsqueda
Clasificados
Noticias
Locales
Últimas Noticias
Salud
Entretenimiento
Deportes
Inmigración
Tecnología
Share


CR: Guía de Remedios Naturales

Guía Natural • Illustración: Lucy Engelman
Guía Natural • Illustración: Lucy Engelman
Alternative Medicine Survey on more than 1,000 adults

¿Cuáles proporcionan verdadero alivio? ¿Cuáles son riesgosos, dañinos y un desperdicio de dinero?

28 de Septiembre del 2018

Yonkers, Nueva York - por Hallie Levine - Para entender por qué el mundo de la medicina alternativa es tan controvertido, considera 2 de sus ejemplos más conocidos: la homeopatía y el yoga.

La homeopatía se basa en la idea de que lo que sea que cause una dolencia también la curará, utilizando productos diluidos hasta el punto en que el ingrediente clave es indetectable. A pesar de los numerosos estudios que demuestran que la homeopatía no funciona y que sería lo mismo tomar un vaso de agua, su práctica persiste. En 2017, los consumidores estadounidenses gastaron más de $ 1.3 mil millones en remedios homeopáticos, según la revista Nutrition Business Journal (NBJ).

El yoga, por otro lado, que tiene sus raíces en las antiguas prácticas espirituales de la India, ha sido adoptado por millones para que les ayude con problemas médicos abrumadores. Y a diferencia de la homeopatía, hay buena evidencia de que sí funciona. Por ejemplo, el año pasado una revisión exhaustiva encontró que la práctica regular de yoga ayuda a aliviar el dolor de espalda, una de las quejas de salud más comunes y difíciles de tratar de los estadounidenses.

Un tercio de los estadounidenses dice haber usado tratamientos alternativos en el último año, y más de la mitad de estas personas dicen que prefieren tales enfoques sobre la medicina convencional, según una nueva encuesta nacional representativa de Consumer Reports de 1,003 adultos. Pero en el nutrido escenario de tratamientos alternativos, es casi imposible determinar cuáles valen la pena probar.

Los estadounidenses gastaron $ 42 mil millones en 2017 en suplementos dietéticos, según un análisis de NBJ. Y las cifras disponibles más recientes vinculan el gasto en casi $ 15 mil millones en consultas con profesionales como quiroprácticos, acupunturistas y masajistas.

No es de extrañar: los tratamientos convencionales, como los medicamentos con receta y las cirugías invasivas, no siempre pueden resolver una amplia gama de problemas médicos comunes, y eso es frustrante, no solo para los pacientes sino también para los médicos. De hecho, según la encuesta reciente de CR, el 29% de los estadounidenses que utilizaron medicina o tratamientos alternativos el año pasado lo hicieron por recomendación de sus médicos.

Con frecuencia, estos enfoques no se usan como un sustituto de los regímenes convencionales, sino que se usan en conjunto, dando lugar al término "medicina complementaria" o "medicina integrativa". Algunas escuelas de medicina ahora enseñan medicina integrativa, y los médicos de Asuntos de Veteranos también lo han adoptado, y ahora recetan acupuntura, yoga o tai chi, por ejemplo, para tratar el dolor.

Sin embargo, incluso los médicos que han adoptado la medicina alternativa instan a la precaución. "En teoría, me encanta la idea de utilizar un enfoque natural y menos centrado en los medicamentos para tratar enfermedades, especialmente debido al uso excesivo de medicinas en nuestro país", dice Michael Hochman, MD, director de Gehr Family Center for Health Systems Science at the Keck School of Medicine en University of Southern California. "Pero cuando se trata de terapias para las cuales la evidencia no es tan rigurosa, puede afectar tu bolsillo y tu salud si te privas de tratamientos basados en la evidencia".

Un buen ejemplo: los pacientes de cáncer que optaron por terapias complementarias y rechazaron tratamientos como la quimioterapia tuvieron el doble de probabilidades de morir que aquellos que utilizaron métodos convencionales, según un estudio de julio de 2018 en la revista JAMA Oncology.

Incluso cuando la investigación sugiere que los tratamientos alternativos funcionan, no siempre está claro por qué, y si podría deberse al efecto placebo. Ese efecto es cuando tu expectativa de que un tratamiento te ayudará en realidad desencadena una reacción curativa. Y es lo suficientemente poderoso como para obtener resultados. Un ensayo de pacientes con osteoartritis, por ejemplo, comparó un grupo que tomaba suplementos con uno que tomaba píldoras de placebo. La mayoría de las personas en ambos grupos informaron reducciones significativas en el dolor.

Para hacer la situación aún más confusa, mucha de la materia prima principal de la medicina alternativa no está sujeta a las mismas reglas que rigen en los consultorios de los médicos y en los medicamentos con receta y de venta libre. Eso significa que los fabricantes no tienen que demostrar que sus tratamientos contienen lo que se indica en sus etiquetas, o que son efectivos o seguros.

A pesar de eso, los consumidores están en todo su derecho de sentir curiosidad acerca de la medicina alternativa.
Prácticas como el yoga, la meditación y el tai chi han superado los estándares de la investigación médica moderna. Otros tratamientos alternativos pueden ayudar a las personas a sentirse en control de su salud y reducir su dependencia de los medicamentos.

¿Cómo puedes diferenciar entre los tratamientos alternativos que vale la pena probar y los que debes evitar?

Aquí compartiremos contigo nuestra opinión sobre una selección de tratamientos alternativos de la A a la Z. A continuación, te ofrecemos 4 consejos sobre el uso seguro e inteligente de la medicina alternativa, así como una introducción a las vitaminas y los suplementos.  (¿Quieres ver nuestras fuentes para cada tema? Visita CR.org/altmedsources).

4 consejos para que hagas un uso inteligente y seguro de la medicina alternativa.

  1. Investiga. Trata de descubrir qué se sabe sobre la seguridad y la eficacia de cualquier tratamiento que estés considerando. Busca fuentes confiables, como el National Center for Complementary and Integrative Health y Cochrane Collaboration. Pregunta también a tu proveedor de atención primaria; cada vez más médicos adoptan algunas formas de medicina alternativa y es posible que sean buenos recursos.

  2. Sé selectivo con quién consultas. Si piensas ir a la consulta de un profesional de salud alternativo, como un acupunturista, asegúrate de que esté acreditado mediante una licencia estatal, cuando corresponda. Consulta con tu médico de atención primaria para ver si puede hacer una referencia. Y sé escéptico de alguien que intenta venderte productos adicionales o inscribirte en un plan de tratamiento a largo plazo (más de 4 a 8 sesiones) o si te recomienda que renuncies a los tratamientos convencionales.

  3. Considera el costo. Pregunta por el precio antes, y habla con tu compañía de seguros si no estás seguro si tienen cobertura; muchos tratamientos alternativos no la tienen. Además, habla con tu proveedor sobre las opciones no farmacéuticas que es más probable que tengan cobertura de tu seguro, como la terapia cognitiva conductual (cognitive behavioral therapy, CBT) y la terapia física.

  4. Piensa de manera holística. En ocasiones, los tratamientos alternativos pueden ayudarte a reducir la dependencia de los medicamentos, evitar intervenciones quirúrgicas o aliviar los efectos secundarios de los tratamientos convencionales. Simplemente considera cómo podría afectar tu salud en general el tratamiento alternativo, para bien o para mal. Cuanto más grave sea el problema de salud, más cauteloso debes ser al recurrir a la medicina alternativa para tratarlo. Los medicamentos que ya tomas también pueden interactuar con ciertos suplementos dietéticos, así que habla con tu proveedor de atención médica o farmacéutico antes de probar algo nuevo.

Comprensión de los suplementos

Las personas suelen suponer que los suplementos son sometidos a pruebas sobre su efectividad y seguridad antes de que puedan venderse. De hecho, no se someten a las mismas pruebas de efectividad y seguridad que los medicamentos con receta y de venta libre.

Las regulaciones federales permiten que los suplementos indiquen pretensiones generales, como "el calcio crea huesos fuertes", pero la FDA no examina las pretensiones. Y las etiquetas no pueden afirmar que los productos diagnostiquen, curen o prevengan enfermedad alguna. Una etiqueta no puede decir que el ginkgo biloba, por ejemplo, evitará la demencia, incluso si es esa la razón por la que las personas lo compran. Tampoco puedes estar seguro de que los suplementos contengan los ingredientes o dosis indicados, o que no estén contaminados. Por ejemplo, la primavera pasada, casi 200 personas se enfermaron después de consumir suplementos de kratom contaminados con salmonela.

Si decides tomar un suplemento, busca un producto con un sello de terceros, como certificado por NSF Internacional o "USP Verified" (verificado por la USP). Estos sellos no significan que un suplemento funciona; indican que un grupo independiente ha verificado que las cantidades indicadas en las etiquetas son precisas y que los productos no están contaminados.

Para ver una lista de suplementos que debes evitar.

Sabiduría de las vitaminas

Casi la mitad de los estadounidenses toman multivitaminas, pero estas píldoras, junto con otras vitaminas y suplementos y minerales, podrían no hacer mucho por tu salud. "Las multivitaminas tienen una imagen de poder compensar las deficiencias en la dieta" dice JoAnn Manson, MD, profesora de medicina en Harvard Medical School y jefe de medicina preventiva en el Hospital Brigham and Women's. "Pero [estas pastillas] nunca serán un sustituto de una dieta saludable y balanceada".

Por un lado, dice Manson, tu cuerpo no puede absorber los nutrientes de las píldoras tan fácilmente como lo hace de los alimentos. Y las vitaminas pueden causar efectos secundarios. Demasiados suplementos de calcio, por ejemplo, podría aumentar tu riesgo de tener cálculos renales.

Eso no significa que todos deben evitar los suplementos. Las mujeres embarazadas necesitan ácido fólico y vitaminas prenatales, y los bebés lactantes necesitan vitamina D y hierro. Los adultos mayores y las personas con ciertas condiciones médicas también podrían necesitar vitaminas. Si no estás seguro si necesitas alguna vitamina, habla con tu médico. Y trata de no exceder el 100% del valor diario recomendado para ti de cualquier nutriente.

 

Este sitio ha sido desarrollado y mantenido por Javier López Advertising, Inc. © 2012 - 2022